Cuidados
Son fáciles de mantener gracias a que pueden lavarse en lavadora en ciclo de lana o prendas delicadas con solo un poco de jabón neutro (del mismo que se usa para la ropa de las guaguas) y secarse en secadora en el ciclo de aire frio. No es necesario lavarla frecuentemente, simplemente aireándola se higienizará por sí misma, incluso si está mojada de leche u orina.
Para facilitar el secado, se
puede poner dentro de una o dos toallas grandes, enrollarla y retorcer
la toalla.
Impotante es dejarla secar a la sombra, con el lado de la piel hacia fuera,
preferiblemente sobre una superficie plana para que no se deforme.
Se recomienda cepillar de vez en cuando y luego de haberla lavado, con un cepillo de cerdas metálicas,
que se puede encontrar fácilmente en tiendas para animales, para que la superficie recupere su aspecto mullido.
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